miércoles, 3 de febrero de 2010

Los otros waykos

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Llovió sin parar durante dos semanas, la lluvia se llevó casas, pueblos enteros, campos de cultivo, caminos, cerros, se llevó algunos de nuestros sueños. Lo peor del desastre ha pasado, pero los daños son tantos y crecerán en los siguientes meses. En una de las zonas del desastre alguien me comentó que lo peor no ha sido la lluvia sino otros “waykos” sin agua, añadidos al desastre.

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La organización

Entre los afectados por el río Jatun Mayo hay dos barrios, en uno de ellos, bastante organizado, los damnificados coordinan con las autoridades e instituciones para que el apoyo les llegue de la mejor manera posible, con bastante serenidad a pesar del desastre, su dirigencia controla que no aparezcan aprovechadores entre los damnificados, controlando bien sus padrones. En el otro, la desesperación está muy presente, con gente bastante alterada y con dirigentes ocupados en pelear con las autoridades, al punto de que no aceptaron su intervención en la distribución del apoyo, luego no recibían lo necesario.

Hay que felicitar las múltiples campañas de solidaridad, si bien esta es grande, en muchos casos el desorden (de afectados y solidarios) hace que se dupliquen donaciones en unos lugares y se descuide zonas más alejadas. Así como hay mucha solidaridad, también hay indiferencia de muchos y hasta el aprovechamiento de otros tantos, algunos que quieren empadronarse como afectados en varios lugares, para recibir donaciones de más, perjudicando a sus vecinos. En diversos lugares vemos que las comunidades bien organizadas logran coordinar mejor el apoyo, controlando los aprovechamientos. Los pueblos y municipios que mostraban poca organización han sucumbido al desorden.

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La prensa

Desde un primer momento quienes más cubrieron la información fueron webs independientes como El Caminerito y La Prensa Contacto, así como radios locales. La prensa nacional se cuidó de no darle mucha cobertura, quizás para no espantar más al turismo. Precisamente su mayor preocupación fueron los turistas varados en Machupicchu y no los miles de pobladores, para quienes la desgracia no pasará con un vuelo de helicóptero. Otra vez la discriminación racista.

Entre los periódicos nacionales sólo La Primera ha dedicado varias portadas al desastre. En otros medios se publicó datos inexactos, en un canal mostraban imágenes de un pueblo y le ponían el nombre de otro, es decir, no tuvieron el mayor cuidado por la veracidad de su información. Lo peor es que las imágenes periodísticas direccionan los apoyos, que se van a los lugares que muestra la televisión, descuidando aquellos que no tuvieron la suerte de ser filmados. O que tuvieron la desgracia de que al mismo momento de su desastre ocurría otro más “espectacular” en otra zona.

Y a todo esto, ¿dónde queda la responsabilidad de la TV? Con la llegada que tiene este medio, podían haberse preocupado del tema desde más antes (ya se sabía que las lluvias serían anormales), realizando campañas de prevención en lugar de ocupar sus espacios en escandalotes faranduleros.

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Los políticos

El periodista Carlos Cuaresma (ex presidente regional del Cusco) aprovechó la ocasión para golpear a sus enemigos políticos. Si bien es cierto que existe negligencia en autoridades locales y regionales, mayor negligencia es el uso del desastre para intereses electorales. Y no es el único. En Calca sacaron al municipio del comité de defensa civil porque se le acusó de malos manejos, llegó la noticia de que estaba utilizando a su personal para hacer campaña. En Lucre aparecieron noticias de retenciones de las donaciones por parte del alcalde, se cree que para usarlo en campaña.

En Anta el consejero Miguel Baca (implicado en el caso JS) desvió una donación recibida por el alcalde de Zurite y se la llevó a la UGEL de Izcuchaca, allí fue encontrada días después. Este funcionario no tiene potestad para entregar las donaciones. Parece que la intención era acusar al alcalde Wilbert Rozas por las retenciones, en una clara maniobra política que usa a los damnificados como “carne de cañón”. Pero más bien Rozas denunció a Baca.

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El gobierno

En Izcuchaca vi que el municipio trabaja incluso sábados y domingos, también personal del gobierno regional estaba presente. Pero la gobernatura estaba cerrada. En todas las zonas de desastre se notó la ausencia de los representantes del gobierno. Hay sospechas de que municipios apristas como el de Huarocondo están exagerando en sus listas de danificados para llevarse más donaciones. El gobierno aprista reaccionó con bastante ineficiencia, sin llevar el apoyo inmediato. La reacción de los ministerios de Transportes y Agricultura era urgente y está demorando tanto que algunas de sus funciones están siendo tomadas por municipios y hasta pobladores, con menos experiencia.

El Presidente Alan García minimizó el hecho y en lugar de estar supervisando las acciones de apoyo, se fue a inaugurar obras en el norte del país. Parece que disfrutara de la desgracia del sur andino, zona de fuerte oposición a su mala gestión.

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La economía

El Presidente regional de Cusco, Hugo Gonzales, declaró que si bien Machupicchu quedó aislado, no había razones para que los turistas dejaran de venir, pues existen muchos atractivos turísticos en el Cusco. Le faltó añadir que la mayoría de las zonas turísticas están afectadas o aisladas por la inundación (Pisac, Valle Sur, etc). El turismo quedará fuertemente impactado los siguientes meses, si el 90% de los turistas buscan visitar Machupicchu, su aislamiento pospondrá los planes de gran parte de los turistas. Todos los que viven del turismo ya sienten los impactos, los artesanos de Pisac perdieron sus ingresos. Las personas que vendían alimentos a los viajeros en todas las carreteras afectadas se han quedado sin ingresos.

Pero si bien el turismo es una actividad importante, su impacto llega sólo a un sector de la población. Los daños agrícolas sí afectarán la economía de toda la región, no sólo para los campesinos que perdieron sus cultivos. Al haberse perdido la mayor parte de la producción de papa y maíz, este año subirá el precio de esos productos.

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La modernidad

Machupicchu quedó intacto, por algo los inkas habían escogido esa zona para construir la ciudad. El poblado de Aguas Calientes surgió con el turismo, hace años ya que se sabe que está en zona de riesgo, su reubicación es necesaria, pero siempre se han opuesto. En Izcuchaca la zona más segura es el pueblo antiguo de Anta, ubicado en una altura y donde estaba la capital hasta que la carretera los impulsó a ubicarse en la zona baja. La zona de Oropesa y Huacarpay tenía poca población antes del Tawantinsuyu, todos estos datos nos hacen pensar en cómo la modernidad nos ha hecho perder la visión de seguridad, reemplazada por la de ganancia.

Ahora existen pueblos y barrios que necesariamente deben ser reubicados, pero las zonas seguras no están donde el movimiento económico. La lógica mercantilista ha hecho habitar a las personas muy cerca de los ríos y en ozonas inseguras, como los barrios afectados en la ciudad de Cusco. Además, la economía capitalista hace que las pérdidas de unos incrementen las ganancias de otros, los beneficiados serán principalmente las transnacionales de alimentos y otros productos. También tenemos que defendernos de ellos.

Es necesario aclarar que este fenómeno natural es producto del calentamiento global que ha alterado el “fenómeno del niño”. La depredación de bosques y su suplantación por eucaliptos han disminuido la posibilidad de que la tierra retenga agua y han incrementado los deslizamientos. Para enfrentar todos estos problemas también tenemos que enfrentar a los políticos, periodistas, empresarios y demás buitres que ya salieron a escena.

socialismo jr


jueves, 28 de enero de 2010

Diluvio en el sur andino


Las leyendas más antiguas de estas tierras cuentan que alguna vez las aguas inundaron toda la tierra, borraron el mundo antiguo y sólo sobrevivieron unos pocos que se refugiaron en las más altas montañas. Fue el Unu Pachakuti y los sobrevivientes iniciaron el nuevo mundo, venerando a las montañas que les habían servido de refugio, desde entonces considerados Apus.
Sabemos de varios cambios climáticos en nuestro pasado, recordados en esos mitos y en leyendas como las de las “aldeas sumergidas”, existentes en varias lagunas andinas. Los arqueólogos han hallado construcciones dentro del lago Titicaca, en la zona de Tiwanaku, y según ellos la propia ciudad de Tiwanaku presenta características de puerto, lo que hace deducir que un tiempo el agua bajó tanto que construyeron en lo profundo y en otra época subió tanto que llegó hasta el Tiwanaku. También sabemos que las culturas Moche y Nazca decayeron por los cambios climáticos que secaron la costa.

Pero todos esos cambios fueron largos procesos que obligaron a las poblaciones a adaptarse a los nuevos climas. Hoy en día, vivimos un periodo de calentamiento planetario que es acelerado por la emisión de ciertos gases producidos por las industrias, los llamados “gases de efecto invernadero”. La sociedad industrial contribuye a acelerar los cambios climáticos a un ritmo que no es posible adaptarnos, por eso estos desastres nos sorprenden tan fuertemente. Estamos pagando las consecuencias del capitalismo y la inconciencia de las sociedades industriales de los países del norte, que producen la mayor contaminación ambiental.

Esta vez el “fenómeno del niño” llegó con inusual fuerza. Torrenciales lluvias en los departamentos de Cusco y Apurímac han dejado más de 1,300 damnificados (lo perdieron todo) y más de 12,100 afectados (perdieron parte de sus pertenencias). En Cusco hay más de 250 viviendas destruidas, 18 mil metros de carreteras dañadas, dos puentes colapsados y 22 metros de redes de agua potable afectados. También se produjo la muerte de al menos 7 personas.
Los distritos afectados son: Poroy, San Jerónimo, Saylla, Santiago, en la provincia de Cusco; Capacmarca, en la provincia de Chumbivilcas; Ancashuasi, Limatambo, Zurite e Izcuchaca, en la provincia de Anta; San Salvador, Písac, Coya y Lamay, en la provincia de Calca. Los distritos de Andahuaylillas, Lucre y la ciudad de Urcos, en la provincia de Quispicanchi; Ollantaytambo, en la provincia de Urubamba; y la ciudad de Paruro, en la provincia del mismo nombre.
Buena parte de la capital de la provincia de Anta está inundada por el desembalse del Río Hatun Mayu, hay más de 300 familias afectadas, la mayoría perdió sus viviendas y fue precariamente alojada en colegios. Las inundaciones en la pampa de anta afectaron las comunidades de Occoruro, Haparquilla, Markjo y otras del distrito de Zurite.

La ciudad de Quillabamba quedó aislada por sus dos ingresos. Algo similar sucedió con Machupicchu, donde miles de turistas tuvieron que ser evacuados por helicópteros. Algunos excursionistas padecieron una avalancha en el Camino Inca, donde 2 perdieron la vida. La zona más afectada es el llamado valle sur, especialmente el pueblo de Huacarpay en el distrito de Lucre, que fue completamente inundado por la laguna del mismo nombre, sus más de 400 familias se refugiaron en los cerros aledaños. También fue inundado el pueblo de Oropesa en el distrito del mismo nombre, por el desborde del río Huatanay.

Rápidamente se activaron campañas de solidaridad impulsadas por diversas instituciones como la universidad y la iglesia, con el apoyo de los medios de comunicación locales; las lluvias afectaron algunos barrios marginales de la ciudad del Cusco y su centro histórico también está afectado, incluidos muros incas que se derrumbaron en varios puntos.

En Apurímac fueron afectados las provincias de Abancay, Andahuaylas, Aymaraes, Cotabambas y Chincheros. Las lluvias también afectaron la región de Puno, especialmente las provincias de Melgar, Azángaro y Putina. Igualmente en la provincia de Acobamba en Huancavelica, donde hasta se reportaron muertos.

Estas lluvias son las más fuertes que se hayan registrado en los últimos años en la región, la magnitud del desastre ha sido inédita; lamentablemente se evidenció la poca preparación que muchas poblaciones tenemos para afrontar este tipo de desastres, a pesar de la buena voluntad de mucha gente, la ayuda se entorpecía por la falta de coordinación. También apreciamos cómo algunos políticos trataron de sacar provecho de la situación, utilizando este desastre para resaltar su campaña.

Quizás los años futuros estos desastres se incrementen, para lo que tendremos que prepararnos, no ya para mitigar sus daños sino para prevenir y hasta para huir de ellos. Lo que necesitamos es transformar el sistema de vida que nos han impuesto, cuando hablamos de luchar por salvar la vida y la tierra no estamos bromeando, el calentamiento global ya es una realidad y sólo podemos enfrentarlo.

miércoles, 27 de enero de 2010

SNIP


trivocálicos


Tres tristes triunfos

El eje de la derecha en Sudamérica

Los resultados de la segunda vuelta en las elecciones presidenciales de Chile fueron resumidos por el caricaturista peruano Carlín con la precisión que sólo el podría: Piñera subiendo al carro de Estados Unidos, conducido por Obama y en el que ya se encontraban Uribe y Alan cómodamente sentados. La imagen, a más de despertarme risa, me motivó ciertas reflexiones: ¿Hay similitudes entre los tres países que padecen estos gobernantes?, ¿qué diferencias tienen con los otros países del continente?

En el caso de Colombia y Perú, las guerras internas proporcionaron a sus gobiernos la coartada para establecer regímenes autoritarios, recurriendo al terror bien administrado por el Estado. Esta recurrencia tiránica llegó a implementar el miedo como forma de control político en la sociedad[1], Fujimori implantó el neoliberalismo sin mayor oposición, desfilando tanques y encarcelando a cualquiera, el miedo se volvió tan habitual que despolitizó a casi toda una generación. No se trataba de miedos infundados, aquí el que se oponía podía ser arrestado por un supuesto delito de “apología del terrorismo” o eliminado como los de la Cantuta. La situación en Colombia ha sido similar en los últimos años, cualquier acto de protesta es tildado de apoyar a la guerrilla o a los narcos.

El neoliberalismo no se impuso de igual forma en el continente. En Venezuela fue resistido desde el momento de su instalación, el famoso Caracazo de 1989 se dio cuando aquí sufríamos los peores años de guerra. Durante los años 90 Venezuela vio creciendo una lenta resistencia que llevó al poder a Chávez en las elecciones de 1998. Mientras acá el neoliberalismo se afianzaba, allá ya era cuestionado. En el caso de Bolivia y Ecuador, si bien las reformas neoliberales se implementaron con respaldo, los movimientos indígenas andaban ya organizando movilizaciones inesperadas. Brasil vio crecer el Movimiento de los Sin Tierra en esos años y Argentina llegó a estallar el 2001, generando movimientos tan interesantes como las fábricas bajo control obrero[2].

Hoy, todos ellos, mas Paraguay y Uruguay, tienen gobiernos reformistas que se alejan de los dictados neoliberales, unos más otros menos, pero la hegemonía de la derecha se ha perdido o debilitado al menos en el imaginario de sus sociedades. En todos esos países no hubo “guerra interna” reciente, los neoliberales no pudieron recurrir al fantasma del terrorismo, como lo hacen nuestros gobiernos ya más de dos décadas. Porque no son Alan y Uribe solamente, ellos sólo heredaron un modo de gobernar establecido por regímenes como el de Fujimori.

En Chile el neoliberalismo fue impuesto antes que en el hemisferio norte, fue el experimento. Y para imponerlo y experimentarlo, mataron al presidente Allende y a miles de líderes sociales, militantes y activistas. La dictadura de Pinochet quiso aniquilar a sus opositores y criminalizó luchas y pueblos enteros como los mapuches. A fines de los 80 se estableció un gobierno transitorio que no modificó el modelo económico, el gobierno de la Concertación[3] duró 20 años sin alterar en esencia el régimen anterior. El miedo dominó la opinión pública, era preferible mantener este gobierno antes que volviese la derecha, aunque no cambiase mucho, era preferible antes que el retorno del pinochetismo[4].

Ese miedo no sólo controló a las izquierdas, aprovechó el debilitamiento de estas para difundir su mensaje, sin muchas mentes informadas que pudieran rebatirle (la mayoría estaban muertos, presos o arrinconados) y controlando los medios de comunicación, se mostró como única opción posible. Por eso Uribe tiene 60% de aprobación, por eso Piñera logro el 51% de los votos, por eso Fujimori aún tiene seguidores en los sectores pobres. Aquí hasta volvió Alan (aunque en Bolivia también había sido reelegido el exdictador Banzer y miren todo lo que pasó después).

Las campañas a favor del neoliberalismo siempre han estado ligadas a campañas de “embrutecimiento” de la población, la prensa “chicha” del fujimorismo es su mayor logro. En realidad se trata de campañas para debilitar las identidades locales, fomentando la alienación que siembra conformismo y una identidad sumisa. Esto se dio en todos los países, pero es interesante constatar que donde más resultados tuvo fue donde el miedo se había generalizado. En el caso de Chile, es un país polarizado, pues si bien la derecha ha seguido dominando, un gran descontento se fue incrementando hasta la singular “rebelión pingüina”[5].

Una de las campañas utilizadas por estos gobiernos es la satanización de regímenes contrarios. Chávez y Evo son los monstruos del continente, su mano aparece detrás de toda protesta así como antes aparecía el “fantasma” del comunismo. El logro de estas campañas no sólo está en los liberales y derechistas que sabemos nunca han sido inteligentes, por eso son manipulables (aunque provengan de clases medias y sectores populares, al final se creen los cuentos de arriba). El logro mayor está en que parte de las izquierdas también comparte esas apreciaciones, tildando a Chávez de autócrata por su origen militar[6] y a Evo de “manipulado”[7] por Chávez, criticándolos casi más que a los neoliberales.

Por otra parte, las derechas y las izquierdas ponen de ejemplo gobiernos como el de Lula o Bachelet (mientras gobernó Chile). Apliquemos simple lógica, si la derecha los alaba algo malo deben tener. Quizás el ascenso de Piñera esté poniendo fin a un tiempo de paz negociada, de paz cobarde, iniciando un sinceramiento de las cosas. La situación es que tenemos que enfrentar nuestros miedos para poder enfrentar a nuestros opresores sin temor. Como lo hacen los movimientos ya sea en Brasil o Ecuador, donde la derecha tolera gobiernos de centroizquierda ante el temor de que entren otros más “radicales”. En esos países se ha volteado una tortilla, los pueblos han vencido sus miedos y las derechas empiezan a negociar, por miedo.

Los movimientos sociales tampoco han callado ante los gobiernos de Evo y Chávez, aún cuando estos son de izquierda[8], no les dan apoyo incondicional. La experiencia enseña que si queremos libertad no podemos someternos a nadie por más bueno que este sea o parezca, pues ya vimos lo que pasó con el “socialismo real”[9].

Tres tristes triunfos los de Uribe, Alan y Piñera. El primero por la prolongación de un tirano comprobado, el segundo por la mentira y traición más descarada, y el tercero por el retorno de los criminales. ¿Tres tontos pueblos? Por lo menos no en el Cauca, en Bagua o el Wall Mapu; no en los awás que enfrentan la muerte, los quechuas que enfrentan la mina o los “pingüinos” que enfrentan el mal futuro. Al menos ellos y muchos otros están derrotando a sus miedos; por lo menos los Vargas Llosa y grandes medios empiezan a temernos.


[1] Táctica bastante utilizada en regímenes totalitarios como el fascismo, el nazismo o el estalinismo.
[2] Quizá Zanon (o Fasinpat) sea el ejemplo más conocido y más innovador.
[3] Una alianza de varios partidos de centro e izquierda.
[4] Es cierto que esta misma lógica mantiene en el poder a Lula en Brasil, pero en este país los movimientos sociales tienen mayor presencia y el gobierno al menos se desvincula de ciertas políticas neoliberales.
[5] Rebelión estudiantil, de los colegios, las generaciones más jóvenes desataron una protesta antisitémica masiva a mediados de esta década.
[6] Digamos que sí es caudillista, pero lo son también todos los neoliberales.
[7] Es un claro acento racista que los andinos debiéramos notar al instante. Evo está aliado con Chávez, el mayor tiempo de gobierno y mejor economía venezolana lo hacen apoyar en mayor proporción, pero eso no quiere decir que Bolivia esté dependiendo de Venezuela.
[8] Se que muchos izquierdistas pegan el grito al cielo ante esta afirmación, porque no es lo que dicen sus “biblias” marxistas. También los más anarcos dirán que no son realmente gobiernos de izquierda, pero partiendo de la certeza de que nunca existirá un verdadero gobierno popular (pues todo gobierno requiere niveles de control y represión), son lo más izquierda que existe en ese espacio.
[9] Nombre dado a los regímenes comunistas que en el siglo XX dominaron gran parte del planeta, oprimiendo también a sus pueblos.

martes, 19 de enero de 2010

Almanaque del Perro del Hortelano

Aquí pongo un almanaque por si alguien gusta bajárselo, pero está en tamaño A4 y habría que imprimírselo más grandecito...

jueves, 14 de enero de 2010