jueves, 25 de febrero de 2010

carnavales


Los caminos de la izquierda

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He tenido la suerte de conocer a dos intelectuales representativos de la izquierda latinoamericana. Esto es casi un privilegio para un activista sin recursos -como muchos-, y digo casi, porque también es un privilegio conocer a tanta gente que sin ser famosa o representar alguna tendencia, construyen esos otros mundos posibles día a día. Claro que estas dos personas me ayudaron a comprender algo más de los caminos de la vida.

Uno es el alemán radicado en México Heinz Dieterich, que llegó a Cusco gracias a un contacto apurimeño. Dieterich es un tipo serio y sereno, con bastante formación académica. Ha realizado uno de los intentos más interesantes de actualizar el marxismo, proponiendo el “socialismo del siglo XXI” que inspira y/o coincide con las propuestas de regímenes progresistas como el de Hugo Chávez. Como muchos otros, continúa proponiendo la ciencia y la teoría marxista como instrumento casi único de liberación de la humanidad, aunque incluyéndole aspectos “novedosos” como el tema de la ética.

El otro -y resalto lo de “otro”- es el uruguayo Raúl Zibechi, a quien conocí en un evento contra los abusos mineros en Arequipa. Zibechi es un ex tupamaru, sencillo, de formación marxista, ha dedicado su trabajo intelectual a explorar los movimientos sociales contemporáneos, junto a ellos. Sus escritos no proponen teorías, analizan la realidad a partir de experiencias concretas, en las que encuentra elementos que serían la base para edificar una sociedad libre.

A través de ellos pude conocer la existencia de dos formas de entender la realidad. Mientras para Dieterich los movimientos indígenas son algo incompletos porque les falta el conocimiento científico; para Zibechi son el principal germen de sociedades postcapitalistas. Para uno los zapatistas son traidores porque no apoyaron la campaña de López Obrador (que dicen es de izquierda), para el otro, los mismos zapatistas son el mejor ejemplo de cómo construir alternativas de sociedad en forma colectiva y creativa. Para el primero, la solución sigue estando en el control del poder, desde el Estado, que posibilita las transformaciones. Para el segundo, la transformación debe hacerse desde la base, desde los movimientos, cuya fuerza garantizará la implementación de los cambios.

Hay quienes comparten la primera visión, generalmente viven bien y leen mucho, aunque leen sólo un tipo de lecturas. Hay entre estos, intelectuales y militantes que separan bien su vida privada de su militancia política, se entusiasman con procesos electorales y menosprecian a los que no comparten su línea, los consideran compañeros pero con poca preparación. Su lucha apunta a superar el capitalismo.

Los que coinciden con la segunda visión, generalmente son más activistas que teóricos, aunque leen más variedad que los anteriores. Desconfían mucho de los procesos políticos y de los llamados intelectuales. Aquí no todos menosprecian a los otros, aunque sí los consideran dogmáticos o comodines. Estos cuestionan no sólo el capitalismo sino la civilización moderna, con su desarrollo incluido.

Ya se que hay otro sector que recién voy a mencionar. Están los que proponen continuar o repetir las experiencias pasadas, con un lineamiento dogmático, casi religioso, siguiendo alguna tendencia marxista (troskistas, maoístas, etc). Estos no participan del debate anterior porque simplemente no participan de ningún debate, se encuentran alejados de los procesos políticos “porque son reformistas” y de los movimientos sociales “porque no se definen socialistas”. Apuestan por un partido pero no quieren ir a elecciones, insisten en que el actor principal es el proletariado aunque este no sea significativo y aunque la historia haya demostrado que ese actor es fácilmente absorvido por el sistema. Además, menosprecian las luchas feministas, indígenas y ecológicas, priorizando más lo económico. También hay grupos anarquistas con dogmas parecidos, sólo que sin partido. Son puristas. Por eso mismo, su impacto en la sociedad es casi pintoresco, la mayoría termina haciéndole juego a las derechas.

Y claro, están los cínicos que se llaman de izquierda aunque en la práctica viven como los derechistas. Consideran atrasados a los grupos puristas, critican a Chávez o Evo más que a los regímenes de derecha, se burlan de los grupos autónomos y pretenden “orientar” a los movimientos sociales. Bien sabemos que todo el que justifique la injusticia como algo necesario o inevitable, es de derecha, no importa lo que diga, los libros que tenga o la música que escuche.

¿Hay posibilidad de unir esos caminos? Descartando el último, sería interesante la unión de las otras tendencias. Pero aparte de las iras y resentimientos acumulados en muchos años, están las “contradicciones”. Los grupos puristas tienen como base el dogmatismo y eso imposibilita cualquier unión. Primero tienen que liberarse de eso para poder dialogar con otros.

En el caso de los “reformistas” (tipo Dieterich) y los “anarcos” (tipo Zibechi), se puede valorar la importancia de ambos procesos, pero lamentablemente uno termina situándose en alguno de ellos, ya que tienen espacios específicos claramente identificables: el partido, la ong, el movimiento, la autonomía. Aún así, el diálogo es posible, porque si bien buscan construir otro mundo, este no podría ser igualito para todos. No es posible liberarnos imponiéndonos sobre los demás, eso ya se intentó el siglo XX y se derrumbó más rápido de lo pensado (el socialismo real). Claro que hay una contradicción fuerte, los movimientos autónomos pueden construir sus alternativas sin imponerlas a nadie, pero los “reformistas” tienden a absorberlos, debilitarlos. Es que su sola existencia es la prueba de que muchas vías son posibles, y eso debilita la opción estatal.

Recién ahí pude entender las críticas de unos a otros. Por ejemplo los troskistas critican a Cuba porque su existencia es una prueba de que “la revolución en un solo país” es posible (se puede cuestionar sus alcances, pero no negarla). Cuando Marcos no apoyó a López Obrador, fue tildado de traidor por muchos. Pero en esa decisión se definía su historia. En términos políticos hubiera sido una gran acumulación de fuerzas, ¡zapatistas y PRD unidos!; pero eso significaba una traición a sus bases, el PRD había maltratado a los indígenas, si el zapatismo lo apoyaba terminaba traicionando la esperanza que había construido. Pero hay algo más, la existencia del zapatismo es la prueba de que se puede construir alternativas autónomas (que tienen el control de sus medios de producción, algo tan importante para todos los marxistas); su unión al PRD hubiera significado que en algún momento, toda alternativa debe rematar en el Estado.

Oí a un dirigente indígena peruano explicar que para el capitalismo el centro de su filosofía es el dinero, para el socialismo es el hombre, pero para los indígenas es toda la vida. Felizmente no sólo para los indígenas (y por desgracia no para todos ellos). El ideal es que no haya privilegios, no importa si eso lo dice la ciencia o algún “profeta” racional; lo importante es hacerlo.

miércoles, 3 de febrero de 2010

calentamiento global


Los otros waykos

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Llovió sin parar durante dos semanas, la lluvia se llevó casas, pueblos enteros, campos de cultivo, caminos, cerros, se llevó algunos de nuestros sueños. Lo peor del desastre ha pasado, pero los daños son tantos y crecerán en los siguientes meses. En una de las zonas del desastre alguien me comentó que lo peor no ha sido la lluvia sino otros “waykos” sin agua, añadidos al desastre.

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La organización

Entre los afectados por el río Jatun Mayo hay dos barrios, en uno de ellos, bastante organizado, los damnificados coordinan con las autoridades e instituciones para que el apoyo les llegue de la mejor manera posible, con bastante serenidad a pesar del desastre, su dirigencia controla que no aparezcan aprovechadores entre los damnificados, controlando bien sus padrones. En el otro, la desesperación está muy presente, con gente bastante alterada y con dirigentes ocupados en pelear con las autoridades, al punto de que no aceptaron su intervención en la distribución del apoyo, luego no recibían lo necesario.

Hay que felicitar las múltiples campañas de solidaridad, si bien esta es grande, en muchos casos el desorden (de afectados y solidarios) hace que se dupliquen donaciones en unos lugares y se descuide zonas más alejadas. Así como hay mucha solidaridad, también hay indiferencia de muchos y hasta el aprovechamiento de otros tantos, algunos que quieren empadronarse como afectados en varios lugares, para recibir donaciones de más, perjudicando a sus vecinos. En diversos lugares vemos que las comunidades bien organizadas logran coordinar mejor el apoyo, controlando los aprovechamientos. Los pueblos y municipios que mostraban poca organización han sucumbido al desorden.

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La prensa

Desde un primer momento quienes más cubrieron la información fueron webs independientes como El Caminerito y La Prensa Contacto, así como radios locales. La prensa nacional se cuidó de no darle mucha cobertura, quizás para no espantar más al turismo. Precisamente su mayor preocupación fueron los turistas varados en Machupicchu y no los miles de pobladores, para quienes la desgracia no pasará con un vuelo de helicóptero. Otra vez la discriminación racista.

Entre los periódicos nacionales sólo La Primera ha dedicado varias portadas al desastre. En otros medios se publicó datos inexactos, en un canal mostraban imágenes de un pueblo y le ponían el nombre de otro, es decir, no tuvieron el mayor cuidado por la veracidad de su información. Lo peor es que las imágenes periodísticas direccionan los apoyos, que se van a los lugares que muestra la televisión, descuidando aquellos que no tuvieron la suerte de ser filmados. O que tuvieron la desgracia de que al mismo momento de su desastre ocurría otro más “espectacular” en otra zona.

Y a todo esto, ¿dónde queda la responsabilidad de la TV? Con la llegada que tiene este medio, podían haberse preocupado del tema desde más antes (ya se sabía que las lluvias serían anormales), realizando campañas de prevención en lugar de ocupar sus espacios en escandalotes faranduleros.

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Los políticos

El periodista Carlos Cuaresma (ex presidente regional del Cusco) aprovechó la ocasión para golpear a sus enemigos políticos. Si bien es cierto que existe negligencia en autoridades locales y regionales, mayor negligencia es el uso del desastre para intereses electorales. Y no es el único. En Calca sacaron al municipio del comité de defensa civil porque se le acusó de malos manejos, llegó la noticia de que estaba utilizando a su personal para hacer campaña. En Lucre aparecieron noticias de retenciones de las donaciones por parte del alcalde, se cree que para usarlo en campaña.

En Anta el consejero Miguel Baca (implicado en el caso JS) desvió una donación recibida por el alcalde de Zurite y se la llevó a la UGEL de Izcuchaca, allí fue encontrada días después. Este funcionario no tiene potestad para entregar las donaciones. Parece que la intención era acusar al alcalde Wilbert Rozas por las retenciones, en una clara maniobra política que usa a los damnificados como “carne de cañón”. Pero más bien Rozas denunció a Baca.

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El gobierno

En Izcuchaca vi que el municipio trabaja incluso sábados y domingos, también personal del gobierno regional estaba presente. Pero la gobernatura estaba cerrada. En todas las zonas de desastre se notó la ausencia de los representantes del gobierno. Hay sospechas de que municipios apristas como el de Huarocondo están exagerando en sus listas de danificados para llevarse más donaciones. El gobierno aprista reaccionó con bastante ineficiencia, sin llevar el apoyo inmediato. La reacción de los ministerios de Transportes y Agricultura era urgente y está demorando tanto que algunas de sus funciones están siendo tomadas por municipios y hasta pobladores, con menos experiencia.

El Presidente Alan García minimizó el hecho y en lugar de estar supervisando las acciones de apoyo, se fue a inaugurar obras en el norte del país. Parece que disfrutara de la desgracia del sur andino, zona de fuerte oposición a su mala gestión.

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La economía

El Presidente regional de Cusco, Hugo Gonzales, declaró que si bien Machupicchu quedó aislado, no había razones para que los turistas dejaran de venir, pues existen muchos atractivos turísticos en el Cusco. Le faltó añadir que la mayoría de las zonas turísticas están afectadas o aisladas por la inundación (Pisac, Valle Sur, etc). El turismo quedará fuertemente impactado los siguientes meses, si el 90% de los turistas buscan visitar Machupicchu, su aislamiento pospondrá los planes de gran parte de los turistas. Todos los que viven del turismo ya sienten los impactos, los artesanos de Pisac perdieron sus ingresos. Las personas que vendían alimentos a los viajeros en todas las carreteras afectadas se han quedado sin ingresos.

Pero si bien el turismo es una actividad importante, su impacto llega sólo a un sector de la población. Los daños agrícolas sí afectarán la economía de toda la región, no sólo para los campesinos que perdieron sus cultivos. Al haberse perdido la mayor parte de la producción de papa y maíz, este año subirá el precio de esos productos.

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La modernidad

Machupicchu quedó intacto, por algo los inkas habían escogido esa zona para construir la ciudad. El poblado de Aguas Calientes surgió con el turismo, hace años ya que se sabe que está en zona de riesgo, su reubicación es necesaria, pero siempre se han opuesto. En Izcuchaca la zona más segura es el pueblo antiguo de Anta, ubicado en una altura y donde estaba la capital hasta que la carretera los impulsó a ubicarse en la zona baja. La zona de Oropesa y Huacarpay tenía poca población antes del Tawantinsuyu, todos estos datos nos hacen pensar en cómo la modernidad nos ha hecho perder la visión de seguridad, reemplazada por la de ganancia.

Ahora existen pueblos y barrios que necesariamente deben ser reubicados, pero las zonas seguras no están donde el movimiento económico. La lógica mercantilista ha hecho habitar a las personas muy cerca de los ríos y en ozonas inseguras, como los barrios afectados en la ciudad de Cusco. Además, la economía capitalista hace que las pérdidas de unos incrementen las ganancias de otros, los beneficiados serán principalmente las transnacionales de alimentos y otros productos. También tenemos que defendernos de ellos.

Es necesario aclarar que este fenómeno natural es producto del calentamiento global que ha alterado el “fenómeno del niño”. La depredación de bosques y su suplantación por eucaliptos han disminuido la posibilidad de que la tierra retenga agua y han incrementado los deslizamientos. Para enfrentar todos estos problemas también tenemos que enfrentar a los políticos, periodistas, empresarios y demás buitres que ya salieron a escena.

socialismo jr