Un reciente evento juvenil en Espinar ha despertado críticas muy fuertes porque uno de los expositores habló a favor del uso de las armas como medio para transformar la sociedad. Se trata del filósofo arequipeño Lora Cam, famoso por sus exabruptos violentistas y su admiración por Sendero Luminoso, y aquí está el problema, pues se puede cuestionar sus opiniones pero no se debe condenarlas, eso no sería democrático.
Sin embargo, en el país no existe democracia, se mencionó que le iniciarían un proceso por “apología del terrorismo”, siguiendo la absurda política represiva del fujimorismo (que felizmente acaba de ser derrotado en las urnas). El tema más preocupante es que por las declaraciones de este ponente, se intenta desacreditar a los jóvenes que organizaron el evento y a la municipalidad que sólo auspició el evento proporcionándoles local. Es un buen momento para que la mina Xstrata intente embarrar al municipio que viene a ser uno de sus más fuertes opositores.
Veamos el fondo del asunto. No se puede desacreditar a una organización por lo que haga o diga un invitado, eso sólo lo hacen los regímenes fascistas. Y en el caso del ponente, no se puede prohibir a una persona a tener opiniones personales y declararlas públicamente, eso sería violar la libertad de expresión.
Todo ciudadano tiene derecho a pensar, aunque piense erradamente. El problema en el Perú es que el senderismo ha sido proscrito, sólo mencionarlo es un delito. Pero esto no permite saber cual es el apoyo real con el que cuenta, pues nadie lo hará público, dificultando al Estado un cabal seguimiento de esta organización. Lo que sucede es que al sistema le conviene que Sendero siga existiendo, en penumbra, para recurrir al miedo de su presencia cada que al gobierno de turno le resulte útil. Lo correcto sería permitirles hablar para derrotarlos en el debate, cosa que al Estado no le ha interesado en todos estos años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario