Memoria de Mayos

1781, Cusco. Las autoridades españolas culminan el juicio de los líderes de la rebelión indígena con una espectacularmente cruel ejecución el día 18. Allí José Gabriel Túpac Amaru sería descuartizado por la fuerza de cuatro caballos que sin embargo no lograron romperlo. Los verdugos se verán forzados a decapitarlo. Mueren también Micaela Bastidas, esposa de José Gabriel con quien compartía el liderazgo, y otros colaboradores. Estos indígenas descendientes de los inkas, intentaban establecer una sociedad sin distinciones de raza, donde todos tuvieran los derechos básicos y se abolieran todas las formas de esclavitud. Sin embargo la revolución durará más de un año, controlando completamente el altiplano, hasta que un acuerdo de paz y una traición reconquisten la zona.

1886, Chicago. El mes comenzó con una huelga que congregó a 200 mil obreros, reclamando que el horario de trabajo fuera reducido a 8 horas. Cierto incidente violento desencadenó la represión y las autoridades apresaron a 8 dirigentes anarquistas, a quienes realizaron un proceso fraudulento, mandaron a 3 a prisión y ahorcaron a 4 el 11 de noviembre, a 4 nomás por que uno se mató en la celda. La mayoría de los huelguistas y esos 8 “mártires” eran anarcosindicalistas y migrantes, cuya sangre y recuerdo instauró el día de los trabajadores por todo el mundo.

1937, Barcelona. Entre el 3 y el 8 se libra la principal confrontación de la guerra civil española. Ya van 9 meses desde que los obreros y campesinos han tomado las tierras, las fábricas y las instituciones, en respuesta al fracasado golpe fascista. Pero los “fachas” iniciaron una guerra prolongada que ha golpeado fuertemente a la República, el gobierno quiere controlar a los anarquistas y propone que primero hay que acabar la guerra y luego ya eso de la revolución libertaria. Se abren dos bandos, por un lado los anarcosindicalistas y marxistas que insisten en las transformaciones sociales, y por el otro los comunistas apoyados por Rusia que deciden acabar primero con los “troskistas y anarquistas” en vez de unirse todos contra el fascismo. La traición tiene fruto, el campo de resistencia queda dividido y debilitado, contribuyendo al triunfo posterior del fascismo.

1968, París. 39 años después de aquellos hechos y en los mismos días, los universitarios inician una huelga seguidos por los obreros, una huelga llena de barricadas que prolongará hasta junio. Esta vez no piden algo puntual y específico, han salido a las calles para revivir los sueños. “La imaginación al poder”, “por el pan y la belleza”, “bajo los adoquines hay arena de playa”, se oye y lee por todos lados. Esta protesta hace visibles movimientos que se creían olvidados como el anarquismo, fortalece y renueva los que se creían vetustos como el feminismo y el marxismo, y presenta algunos hasta entonces inexistentes en occidente como el ecologismo.

2008 Cuarenta años después muchas cosas han cambiado en el mundo, la guerra fría ha sido desplazada por el neoliberalismo globalizado y la naturaleza está tan alterada que podría extinguirse toda la humanidad. Pero también han resurgido voces antiguas renovadas como se renueva la tierra misma. Los indígenas con la idea de una sociedad sin explotadores y donde las diferencias se multipliquen y no dividan. Los trabajadores luchando por los derechos que el neoliberalismo les volvió a quitar. Los libertarios que al margen de ideologías pretenden transformar la vida en el momento y en lo posible. Las frases situacionistas siguen latiendo, acompañando la esperanza que no morirá mientras sigan naciendo los hombres libres.