viernes, 14 de diciembre de 2007

Este mundo es imposible

resumen del año 2007 en el peor de sus aspectos: el político

“Las ruinas no nos dan miedo. Sabemos que no vamos a heredar nada más que ruinas, porque la burguesía tratará de arruinar el mundo en la última fase de su historia. Pero -le repito- a nosotros no nos dan miedo las ruinas, porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones. Ese mundo está creciendo en este instante"
Buenaventura Durruti


Un rey trató de callar a un presidente, hecho curioso en un mundo donde se supone ya no mandan los reyes, aunque… tampoco mandan los presidentes. Los verdaderos dueños del planeta, las corporaciones transnacionales, andan tomando acuerdos y más desacuerdos en su competencia por ganar más y más dinero. Saben que el ecosistema mundial está en peligro, pero su competencia privilegia un solo objetivo: ganar, y específicamente ganar dinero, todo lo demás pasa a segundo plano, incluido el deterioro ecológico y social que a la larga repercutirá también contra ellos (reduciendo sus posibilidades de ganar)
En el mundo actual manda el dinero. Un objeto. Es la más tremenda muestra de eso que el tío Marx llamó “alienación”, el hacernos dominar por cosas creadas por la misma sociedad. Claro que Marx no calculó que sus propios seguidores se empecinarían en seguir alienando el mundo, pero esa es otra historia.
El rey citado (Juan Carlos el Borbón, de la ensangrentada España) sólo es un fantoche, y el presidente ofendido (el Comandante Chávez, de la petrolera Venezuela) es un tipo curioso que dice lo que mucha gente piensa pero ningún presidente se atreve a decir (por esa mariconada que llaman protocolo), tal vez esa es la principal causa de que las derechas lo acusen de “tirano”.

Muchas clases de tontos

A estas alturas son ilusos los que creen que el progreso y la democracia pueden mejorar la vida; son ilusos los que siguen creyendo en un Dios salvador o regulador (ya use turbante o corona de espinas); los que creen en la ciencia y su tecnología que claramente muestra su potencial destructivo (el constructivo no lo hemos visto mucho); los más ilusos son los que niegan el calentamiento global y sus efectos catastróficos a la larga; los que lo creen lejano; los que siguen creyendo en la utopía del “socialismo científico”; los que piensan que este imperio global cederá paso a un mundo multipolar y se alegran por el crecimiento económico chino, sin mirar el sufrimiento y la explotación de millones de chinos que padecen ese crecimiento; los que piensan que con el asistencialismo de las ONGs se soluciona en parte el problema (solucionando sí la situación económica de los integrantes de esas ONGs); y también somos ilusos los que seguimos apostando por una vida y un mundo más justos, con libertad… pero nuestra ilusión es diferente.
Nuestra ilusión no es para lograr algo en el futuro (algún día), la nuestra es por una vida diferente, aquí mismo en este mundo, aunque sea chica y dure poco, pero que sea.

Muchas clases de broncas

Ya son varios gobiernos progresistas en Latinoamérica, encabezados por Chávez que ahora se inclina más al socialismo (seguido por Evo, Ortega, Correa y con la continuidad cubana). Son pues los “buenos gobiernos”, los reformistas que le dan un nuevo matiz a la podrida democracia capitalista, realizando reformas que si bien no alteran las bases del capitalismo (libre mercado, propiedad privada) sí permiten el crecimiento de movimientos sociales anticapitalistas.
Su presencia ha aumentado el temor y la agresividad de las derechas. El racismo y el fascismo se han hecho presentes en Bolivia como en muchas partes, las declaraciones y artículos de Alan son una muestra grotesca.
Pero la derecha reacciona a nivel mundial: agresiones a un campamento anarquista en Siberia, enfrentamientos de 300 neonazis con más de mil libertarios en Praga, el asesinato de Carlos Javier Palomino en Madrid y las enormes movilizaciones antifascistas posteriores… En fin, también están creciendo los movimientos libertarios: fundación de una federación anarquista en Turquía, eventos como la feria del libro en Londres, surgimiento de organizaciones anarkas en África y continuidad de la resistencia zapatista.
Sin necesidad de tener una ideología clara, más por principios y prácticas concretas, vuelven las protestas de migrantes en Francia, las movilizaciones indígenas, los Sin Tierra de Sudamérica o Sudasia, las protestas urbanas… Y en Perú no estamos al margen de eso. Cocaleros, comunidades campesinas, el caso Majaz, algunos sectores regionales y trabajadores de todo tipo.
No olvidemos el conflicto cultural, no sólo con el tema indígena, sino de todos los sectores de esta sociedad, donde unos (los privilegiados) discriminan a los demás. Pero también donde los discriminados se ignoran y rechazan entre sí, especialmente los grupos muy ideologizados (incluidos los “revolucionarios”). La cultura dominante sigue siendo patriarcal y machista, sigue la división entre generaciones y entre culturas… Por suerte también hay quienes se dan cuenta de esto y tratan de enfrentar el problema de raíz.

Muchas clases de circos

Se inició el juicio a Fujimori, algo que nos alegra pero también nos distrae, como el fútbol y la tele, el arte y el alcohol. El Alan este, aparte de mentir muy bien, es especialista en inventar distracciones, “cortinas de humo”, como el resurgimiento de Sendero (esos siniestros fundamentalistas del maoísmo), el narcotráfico o usar cortinas prestadas como “las 7 maravillas”.
¿Qué oculta el gobierno? La crisis social y las movidas políticas que siempre las hace a espaldas del pueblo: concesiones mineras, alza de precios, centralismo, persecución y represión a todos los que piensen diferente (no ya que actúen diferente, sino simplemente que piensen).
Quizá el mejor ejemplo sea el TLC. Aunque muchos protestaron y se opusieron, lo firmaron. Sabemos que empeorará más la situación de nuestros pueblos, pero nos venden la idea de que ya es inevitable, que sólo hay que regular que sus efectos no sean tan graves.

PD: Nos dejan un mundo en ruinas (económicas, morales y culturales)

El capitalismo ya no puede darnos derechos y el pequeño bienestar (para algunos sectores, digamos clase media) con el que antes justificaba su existencia, ahora sólo trae destrucción de la humanidad y de la naturaleza. Sólo nos deja dos caminos: resignarnos a su destrucción o enfrentarla. Recordemos que el alzamiento zapatista se dio el día que entraba en vigencia el TLC entre EEUU y México, y así, mientras se iniciaba la devastación de la economía nacional mexicana, también se inició la construcción de una esperanza que aún resiste y ha crecido, ayudando con su ejemplo al crecimiento de otras luchas. Quizás nos toque pues, haber cuánto de mundo nos queda en los corazones.

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