La guerra que nos persigue

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El congresista Edgar Núñez, presidente de la Comisión de Defensa del Congreso, intentó descalificar el trabajo de la Comisión de la Verdad(CVR), mostrando la foto de Edmundo Camana y afirmando que la CVR había mentido, que Camana nunca fue víctima de violencia terrorista sino que tenía un orzuelo.
La congresista ayacuchana Juana Huancahuari logró ubicar a Camana en Ica. Comprobó que necesitaba atención médica urgente, que carecía de una vivienda digna, andaba a rastras y no había sido registrado en el Consejo de Reparaciones como víctima de la violencia. Lo internó en el Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas, y fue incluido en el Registro Único de Víctimas.

Verdades y mentiras de una foto
Camana fue fotografiado por Óscar Medrano en el Hospital Regional de Ayacucho al día siguiente de la masacre de Lucanamarca, perpetrada por Sendero Luminoso en 1983. Años después, la imagen fue utilizada por la CVR como emblemática de los años de violencia política.
Núñez mintió varias veces sobre el tema: «Yo he hablado con él», «Solo tenía orzuelo», «La CVR ha mentido». La verdad es que nunca antes había hablado con Camana, este no sabía siquiera qué es un orzuelo, en su pueblo altoandino no se presentan estas dolencias. La CVR no podía haber mentido pues la fotografía fue tomada nueve años antes de que existiera dicha comisión, simplemente usó una foto comprobada.
La segunda victimización de Camana
El viernes 20, Edgar Núñez sacó a Camana del hospital de Ciencias Neurológicas y secretamente lo llevó a una clínica, donde días después falleció. El informe médico de la clínica militar, firmado por el doctor César Olivera Delgado, señaló que Edmundo Camana Sumari habría muerto por alcoholismo crónico y delirium tremens.
La familia dijo que sólo bebía en reuniones familiares. El reporte del médico legista que practicó la necropsia indica que tanto física como internamente esta persona no presentaba signos de ser bebedor, pues el hígado, páncreas, riñones y otros órganos se verían afectados por el consumo excesivo de alcohol. El informe del Instituto de Ciencias Neurológicas indica que el paciente se encontraba estable, su sistema cardiovascular y respiratorio se hallaban sin alteraciones y no presentaba antecedentes de importancia.
Huancahuari pidió la investigación del caso. Una hipótesis es que lo que afectó a Camana fue el estado de stress y presión psicológica del congresista Edgar Núñez en los cuatro días que estuvo internado en esa clínica. Núñez pensaba viajar con Camana por Europa para denunciar a la CVR. Llegó a afirmar que Juana Huancahuari cobraba cupos para Sendero Luminoso en Ayacucho, y que en su debido momento lo demostraría. La congresista dijo que se ve obligada a presentar una querella penal contra este sujeto.
La historia se repite. La víctima es utilizada por los intereses políticos de los mismos que tienen parte de la responsabilidad de esa cruel guerra. Núñez es una muestra de la indolencia y cinismo de ese sector, que no le importa la vida de las personas con tal de salvar sus sucios intereses. Este asqueroso personaje merece todo nuestro repudio.