viernes, 27 de agosto de 2010

Dónde oyes


Maypi kanki socialismo revolución

maypi kanki democracia progreso

maypi kanki vida mejor

dónde dónde pues


r r r r r r r r


Salud apus wamanis

salud mamita del Carmen

salud Cienciano campeón

salud dinero y amor


Yau político promesa

yau propaganda cerveza

yau gringo pukakunka

¡Óyeme pues waykhey!


r r r r r r r r


Salud comadre compadre

salud weraqocha taytay

salud piedra río viento

¡salud y anarkía pues!

ayer rebeldes...

martes, 24 de agosto de 2010

santa rosa


La marcha de los cuatro llullas

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Los dirigentes de la CGTP y especialmente su sección cusqueña, la FDTC, parecen sentirse realizados, como si hubieran logrado sus objetivos. Así lo demuestra su alegre convocatoria a una “marcha de los pueblos” para el 12 de octubre. Quizás su objetivo era debilitar el movimiento social, dividirlo, boicotearlo; pues eso es lo único que han logrado con su traición a la lucha por el gas.

Veamos los hechos: desconocieron los acuerdos de las bases sindicales provinciales, convocaron a reuniones paralelas y utilizaron los medios de comunicación para negar la existencia del paro. Cuando el paro estalló, no lo apoyaron, cuando los convencianos llegaron a Cusco, ellos convocaron a un paro para la semana siguiente, ¡como si los huelguistas los fueran a esperar! Luego, la dirigente Marta Quispe fue echada del local de la FARTAC (donde se hospedaban los helguistas), porque la hallaron disfrutando de cerveza y parrilladas. ¿Acaso todas esas acciones no se parecen a las del gobierno y la derecha?

Al final, cuando La Convención levantó su medida, cansados, con un muerto y varios heridos; suspendieron la paralización anunciada y viajaron a Tacna, a reunirse con los demás frentes regionales (ligados a la CGTP) para acordar una medida “macroregional”. Es decir, boicotearon la medida macroregional de las bases para programar la suya propia. Y la programaron para el 12 de octubre, para no interrumpir las elecciones, para no molestar a los patrones (gobierno y empresas).

Es difícil confiar en la efectividad de esa medida luego del desprestigio de sus convocantes. En su famoso lavado de banderas en Cusco, no vimos a más de 30 personas, ¡esa es la convocatoria de la FDTC! Entonces, tenemos una marcha sin mucha convocatoria que ingresará a Lima, a la inmensa ciudad donde los reclamos del sur no han sido difundidos. En un periodo postelectoral, con la mente de la opinión pública distraída por los resultados de ese proceso. Además, el 12 de octubre es un día de recuerdo de la invasión y la resistencia indígena, deducimos que: o la marcha pretende opacar el reclamo indígena, o terminará opacada por este.

Los hechos nos muestran que la CGTP, FDTC y afines, sólo pretenden aparentar que están con las causas del pueblo. Para que no se evidencie su claudicación y acomodo con el sistema, son pues llullas (mentirosos) y son pocos, pero mantienen su pequeño poder por la tradición autoritaria que ha infestado al movimiento sindical. Es tiempo de romper este aspecto, renovar las organizaciones en un sentido más plural, sin centralización ni directivas verticales.

El ejemplo de las organizaciones que logran medidas prolongadas es que son colectivas, asamblearias, dirigidas colegiadamente, con fuerte presencia comunal y reivindicación de sus identidades. Quizás aplicando eso a niveles mayores logremos unidad, una unidad sin “jefes” ni mandones, una unidad más de coordinación que de imposición. La decisión la tienen ahora las bases, o buscamos lo nuevo, o seguimos a esas centrales que nos guían nuevamente al fracaso.

lunes, 16 de agosto de 2010

martes, 10 de agosto de 2010

La batalla del gas

Aunque el gobierno obstaculizó toda información posible, aunque las dirigencias sindicales sabotearon la medida de todas las formas posibles, aunque la mayor parte del sur peruano dejó las acciones de lucha a los dos o tres días de iniciado el paro indefinido; la provincia de la Convención mantuvo la medida durante 14 días.

El jueves 5 de agosto, un grupo de manifestantes tomaron un campamento de la empresa transportadora de gas por unas horas, siendo reprimidos violentamente por la policía, que les atacó con disparos de bala, produciendo dos heridos graves y otros 16 heridos más, así como 25 detenidos. A Cusco llegó el rumor de tres posibles muertes y un día después llegó una numerosa delegación de convencianos, que también fueron acompañados por una delegación menor de la provincia de Canchis.

Desde la Convención llgearon campesinos, trabajadores y estudiantes. En la ciudad realizaron varias movilizaciones acompañados por los qanchis, los estudiantes universitarios, obreros de construcción civil, representantes de gremios campesinos y otros. Los residentes convencianos realizaron vigilias durante varias noches y el colectivo El Muro activó el mural de expresión en la Plaza de Armas. También el partido nacionalista realizó una movilización de apoyo a la lucha, aunque no lucieron sus banderas partidarias en un gesto elogiable.

La FDTC, principal gremio sindical de Cusco, realizó una movilización que procuró no cruzarse con la otra, porque los convencianos habían declarado traidora a la dirgenta de la FDTC Marta Quispe. El día sábado, al volver de una movilización, los huelguistas retornaron al local de la FARTAC, donde encontraron una parrillada de Construcción Civil Regional (una facción afín a la FDTC) y expulsaron del local a la mismísima Marta Quispe, pues mientras ellos luchaban en las calles, esta dirigenta se hallaba "tomando cervezas".

El lunes se desarrolló la mesa de diálogo en Quillabamba y aunque el primer ministro Velasquez Quesquén no atendió directamente las demandas, la dirigencia decidió suspender la medida, dando una tregua de 30 días al gobierno. Muchos convencianos se sintieron defraudados, pero retornaron a su provincia. Un buen grupo se quedó un día más para participar en la movilización de los estudiantes univeristarios y otros varios gremios. La movilización fue más concurrida de lo esperado pero acabó pronto. La medida de fuerza quedaba silenciada por estos días.

Lo que quedó de estas dos semanas de protesta es que los convencianos fueron abandonados y traicionados por los principales sindicatos. Quedó también evidenciado que existen varias organizaciones que están desconociendo la mala dirección de la FDTC. Y especialmente, quedó claro que el gobierno no pretende negociar nada, salvo dar promesas o desviar el debate a otros temas (el precio del gas es un ejemplo), aprovechando las debilidades de los movimientos sociales. La lucha no ha terminado, pero por el momento, el pueblo peruano ha perdido una batalla, no tanto por la prepotencia del gobierno y las empresas, sino y sobre todo, por la traición de la central sindical regional (la FDTC) y otros sectores de viejas prácticas políticas.

martes, 3 de agosto de 2010

¿el perro candidato?

Cuatro días en las calles

Aunque un buen sector del pueblo sur peruano rechaza la política neoliberal del gobierno, las divisiones y manipulaciones por parte de dirigencias sindicales, han debilitado la lucha de estos pueblos. Cuando escribo estas líneas sólo la provincia de La Convención continúa con el paro programado inicialmente por los frentes de todo el sur. La provincia de Canchis ya levantó la huelga aunque no descarta reiniciarla. En la región de Puno hubo bloqueos los días anteriores, pero hoy ya no se mencionan. En las ciudades de Madre de Dios, Puno, Arequipa, Tacna y Cusco hubo movilizaciones el 27 y 28 de julio. Fue en Cusco donde se dieron los hechos más violentos, cuando una movilización pacífica de estudiantes y obreros de Construcción Civil fue reprimida por la policía (utilizaron hasta caballos), dejando varios heridos.

El trasfondo de esta situación es ya bastante conocida en estos pueblos: el rechazo de la población a la exportación del gas, las concesiones mineras, petroleras y de megaproyectos como las hidroeléctricas de Inambari y Salca Pucara. Los protagonistas son las poblaciones más afectadas por estas políticas, encabezadas por organizaciones campesinas, indígenas, tanto andinas como amazónicas. Los hechos se dieron en los días festivos de "fiestas patrias", donde mientras unos protestaban por sus derechos otros celebraban la injusticia y el saqueo de los recursos generales. Una de las consignas surgida esos días fue: "la mejor forma de festejar a la patria es defender nuestros recursos".

El problema principal, aparte de la arrogancia del gobierno y los neoliberales, ha sido la fuerte campaña de desinformación desplegada por la CGTP y sus brazos regionales como la FDTC del Cusco, encabezada por Marta Quispe, que se encargó de mentir por todos los medios sobre las medidas de fuerza que se habían programado estos días. Está claro que el rol de estas centrales sindicales es darle tregua al gobierno, debilitando las iniciativas de las bases y mantenerse como conductores del movimiento social. Así gana el gobierno, pues el movimiento social queda en manos débiles y prestas a la negociación, pero también ganan estas dirigencias pues se mantienen como oposición "democrática" que en realidad debiéramos llamar cobarde.

El paro se dio, con sus debilidades y contradicciones. Quedó evidenciado que sí hay pueblos capaces de luchar para defender sus derechos, aunque en algunos lugares no son muchos y en otros no son muy fuertes, aún. Queda claro quienes son los verdaderos luchadores y no los cobardes "comunistas" de la FDTC o la CGTP; los que sí luchan y lo demuestran con hechos son esas organizaciones campesinas provinciales como las de La Convención y Canchis, esos obreros como los de Quillabamba y los de Cusco, esos indígenas de Madre de Dios, el Bajo Urubamba, los qanchis y los aymaras de Ilave, los estudiantes de la FUC (Cusco) y otros. Estos días evidencian la necesidad de reorganizar las organizaciones sociales, rechazando a las dirigencias que ya se desacreditaron solas. Será necesario descartar los viejos modelos de organización, descentralizar las organizaciones, no podemos seguir siendo controlados por Lima ni cada región por sus capitales; poner más equidad, pues las organizaciones urbanas no pueden seguir teniendo mayor representatividad que las del campo. Hay un gran reto.

Por lo pronto y tras cuatro días de haber activado el muro de información y expresión en la plaza principal de Cusco (como nuestro pequeño aporte a la lucha del pueblo), nos queda el recuerdo de policías a caballo atacando al pueblo, defendiendo a quien paradójicamente es llamado "Caballo Loco"; nos queda el recuerdo de que entre las "ratas" quemadas en la Plaza del Cusco una llevaba el nombre de Marta Quispe. Nos queda el ejemplo de dignidad de muchos pocos luchando contra el sistema que se siente muy mucho. Nos queda pues la esperanza que, al fin y al cabo, es la mayor riqueza de un pueblo.

Roberto Ojeda
Colectivo El Muro - Cusco
29 de julio 2010